acondicionado no podía acalla
suplicando, las palabras finalmen
avor. Cancel
más importante del país, me a
, con su sonrisa encantad
el paraíso mientra
piel, el olor a gasolina y su rismuerta, arruina
cama, tres años antes de la tragedia,
real, un veneno helado q
r mi compromiso con
frunció
ores de aguacate del norte?
ije con una firmeza qu
eñó que Ricardo Delgado
n la oficina, ignorándome por completo,
? Deberías estar en casa, preparándote par
menazante, me pa
interponiéndose. "Ahora, si me dis
ó, su tono pelig
todo lo que quieras, Sofía. Pero er
, temblando inc
Carlos irrumpió
ti," dijo con una calma q
tu prometida
el brazo, con
. Te lastimaré mucho más
contra mi mejilla,
cupación, y luego se llevó una ma
creo que la tensión
ella, me miró con u
tus estupideces, estás pon
uyo, Carlos," solté, llena
vida, descu
me arrastró hasta una bo
omportarte. Quizás un poco de tiempo a so
ridad e
de mí, arañando mi ga
ácame de aquí
r
Y cuando decida sacarte, ro
olpe sordo, seguido por el
en un rincó
ba r
n, y el terror infantil
ron forma, susur
, mis padres aparecie
iña. Todo está bien.
mano par
e golpe, y la voz de mi t
está pasando? ¿Ese hom
Carlos y Blanca riendo, mientra
a como el acero come
ía a ser
los Delgado. Diles que acepto. Me casaré con Ricardo D