ume mezclándose con el detergente barato de su uniforme. Cinco años. Cinco años habían pasado desde que su mundo se había der

ca

, tontamente, amaba. Él le había entregado el archivo, la "primicia de su carrera", una investigació

juez en el centro del escándalo, el hombre cuya r

sa de la cocina con la cabeza entre las manos, el periódico con el artículo de Ximena extendido frente a él. La vergüenza, el dolor, la t

ió. Se apoderó de su historia, de su investi

pasar, sacándola de su tr

ntos como este, sirviendo bebidas, limpiando desastres, invisi

. La voz de Ricardo, suave y se

ujer que ha sido mi inspiración, mi fuerza en los momentos más oscuros. La muj

Ricardo bajaba del escenario y se dirigía a una mesa en pri

caído en coma después de un "accidente" causado por el estrés que el padre de Ximena l

El público suspiró. "Has sufrido tanto. Pero ahora, todo ha

caja de terciopel

sarías

mientras Ricardo le ponía un enorme anillo de dia

copas de champán. El estruendo del cristal al romperse fue ensordecedor en su cabeza, pero n

onriente de Ricardo. No se detuvo hasta llegar a la calle fría y oscura. Se

brió la verdad mucho después, cuando ya era demasiado tarde. Ricardo se vengaba porque el padre de Ximena había

su bolsillo. Era una

a. Su condición ha empeorado. Ne

zón por la que seguía respirando. Y la enfermedad de Sofía, un raro trastorno sanguíne

ca

ejos de terminar. Ricardo no solo le había quitado su pasado y su famili

Sofía necesita un trasplante de médula ó

se sintiera mareada. Una cantidad que

a un número que pudiera marcar. El de Ricardo.

cortante. "Nos vemos mañana en mi ofici

ueño pecho subir y bajar con dificultad, Ximena tomó una d

estaba sentado detrás de un enorme escritorio de caoba, co

voz goteando sarcasmo. "Parece qu

o," dijo ella, sin rodeo

as de los dedos. "¿Y por qué debería ayudar

ira," replicó Ximena, su

ee. Y la gente cree mi historia. Pero... podría

recorriéndola de arriba abajo. Se detuvo a cent

o que tu padre hizo. No

temblorosas. Era un acuerdo de donación de órga

lofriante. "El trasplante es su única oportunidad. Tu corazón es compati

zada. Esto no era solo

nfermo,"

voz dura como el acero.

s nublando su visión. Su vida por

mil pedazos, tomó