empapado en el repugnante aroma de la riqueza ajena, mientras el hom
l hombre que una vez amó, le entregó la "primicia de s
licó, sin saber que el juez i
abeza entre las manos, el periódico con SU artíc
ada, lo siguió meses más tarde. Y Ricardo, el arqu
ado ante Laura, su ex-novia, proponiéndole matrimonio; el mismo Ricardo q
l, una venganza meticulosa y cruel porque su pa
, su hija de cuatro años, su única luz, empeoraba. Su rara enfermedad
podía pagarlo
ico que le quedaba: su corazón, para la supuesta condició
, la humilló, la golpeó y la usó, mientras Laura se deleita
errándose al débil latido de Sofía,
rle, cortando tod
s jugó una carta inesperada: ambos despertaron, con todos sus recuerdos intact
ueblo costero, decidida a de
onsciente de su paternidad, la buscaría incansab
orde de la muerte, Ximena sabía
escribir su historia, o la veng