teo crecía en Sofía
avés de su fachada, a través de la mujer obsesionada que pretendía ser, y
plemente observaba, siempre presente, siempre si
in pruebas se volvería en su contra. Por ahora, tenía que jugar su papel. Tenía que se
imple y bioló
a pintura o acto de locura podría lograr. Un hijo la convertir
seducir a su captor. Dejó de ser la prisionera desafiante y se convirtió en una amante devota
a. Cada noche en su cama era una batalla que libraba contra las náuseas y el odio que sentía por é
después,
e embarazo
s temido de México, un hombre que ordenaba muertes con la misma facilidad con la que pedía el d
uien quisiera escucharlo.
ra. El estatus de Sofía se elevó a un nivel casi divino. Nadie
a a salvo.
de que algo and
Mateo. El Patrón había decidido que el embarazo la hacía demasiado valiosa para arriesgarla, y l
l césped perfectamente cortado. No era algo común en esos jardine
a que ver con la serpiente. Era una adverte
. Necesitaba aliados. Y
. Las cocineras, las limpiadoras, las que lavaban la ropa. Eran inv
as, no como la patrona, sino como una más. Les preguntaba por sus familias, por sus pueblos. Usó el dinero qu
u lealtad.
a mayor llamada Josefina, la cocinera principal. U
sefina a desvenar chiles, Sof
ar. Sus manos se movían co
o una coralillo entra a tu casa, es señal d
rivales evidentes. Brenda se había ido. Los lugartenientes le temían. Solo qued
l cuchillo y la
ita. Gente que tenía el favor del Patrón. Y los fa
nombre. No
sospechas llegó de la
un pasillo poco transitado. Hací
" dijo él, su voz er
ablar contigo," resp
sistió. Miró a ambos lados
na habitación que casi nad
uieres,
peras," comenzó
ó por sorpresa. Er
ondió ella, a la defensiva.
una intensidad que la
labras como si fueran piedras. "Un accidente hace años. Una ba
fía se inclinó
r. Cada palabra de Mateo era un golpe, desm
braba sentido. La reacción exagerada de El Patrón, su alegría delirante. No
en un juego más peligroso de lo que crees. No estás construyendo un anc
ía, su mente corriendo para procesar la
pelo, un gesto de frustración
te convirtiera en... esto." Hizo un gesto vago, abarcando su ropa cara, el poder que la rodeaba. "Porque mi hermana... ella también era u
ruda y dolorosa que la golpeó m
ás del sicario. Vio su tormento, su pasad
sentía perdida, vulnerable por primera vez en mucho tiempo. Su
hora sabes la verdad. Y la verdad, a
vuelta p
" lo ll
tuvo en
ente... ¿f
hombro. Su rostro era un
n que también sabe que El Patrón es estéril. Alguien que entiende que tu ment
ca, con el eco de una verdad aterradora y la cer
era el pr
suyo, que no podía ser suyo, su obsesión se c
a. La revelación de Mateo no la había liberado. La había
ra esta otra manipulación,
, le dolía. Le dolía la confesión de Mateo, la hist
una parte que creía muerta y enterr