era una monstruosidad d
los jardines perfectamente cuidados. Por dentro, era aún peor. Muebles ostentosos, pieles de anima
con sangre y miedo, y ah
sa pero sin ventanas al exterior. Le daban comida cara que no podía tragar y ropa de
mirándola durante horas sin decir una palabra, como si fuera un trofeo recién adquirido. Su mirada la desnu
de los guardias, las rutas de patrullaje, las dinámicas de poder en
casi nunca hablaba. Era la mano derecha de El Patrón, su ejecuto
inalmente le dio su
enorme con un escritorio de caoba del tamaño de un coche. "Quiero al
ue pidió: lienzos,
dadores ocultos en las sombras. Ojos brillantes que acechaban, serpientes enroscadas en las ramas. A primera vista era una obra de arte i
a de ese lugar.
sin palabras. Caminó por el despac
Esto... esto es más que
primera vez, la miró con
n, niña. Un do
a, el capricho. Era "la artista de El Patrón" . Le dieron más libe
Patrón, una ex reina de belleza llamada Brenda, que la odiaba con cada fibra de su ser operado. Y estaban
Sofía estaba sentada sola, comiendo. B
en voz alta, asegurándose de que todos la escucharan. "Seguro l
noró. Sigui
acercó a
s sorda? Te estoy
lentamente. Dejó los cu
ofía, su voz tranquila. "Que mi trabajo va a seguir en esas paredes mucho des
sfiguró por la ira. Le
manchó la blusa
mplemente se quedó sentada, con la mancha roj
o un paso al frente. Pero Sofía levantó una
on una calma aterradora.
"Necesitaba un poco de roj
ejando a Brenda temblando de rabia y a
ndo. No estaba peleando con Brenda. E
su despacho. El mural de la selva parec
medor," dijo, sin mirarla. Estaba
pregun
ta. Pero es mi idiot
," dijo Sofía. "Yo s
giró. Sus ojo
s. Y tú, por muy artista que seas, sigues siendo
su espacio personal. Podía
te disculpe
eprimió. Sabía que una confrontación directa
lo, fingien
murmuró. "No v
a pareció s
ate. Y ponte algo bonito. Mañana tengo invi
mente estaba fría, calculadora. Había mostrado su debilidad a
o la esperaba. Su rostro, c
o en voz baja. Era lo más cercano a una
espondió Sofía. "So
bitación, una idea comenzó a formarse en
aliado leal. Y sabía exac
s más jóvenes, una chica llamada Lucía, llorando
?" preguntó S
sollozó la chica. "Dijo q
pero su rostro no mostró nada. Pu
s," le dijo. "
ró en el campo de tiro, disparando a silu
rminara de vaci
un favor,"
, levantan
una de las sirvi
da. Empezó a rec
Sofía. "Está enfermo. Necesita medicinas caras
o, pero sus manos se de
ía no es nadie," dijo Sofía, su voz cargada de una falsa desesperanza. "Supongo
irse, como si hubiera
a," di
Una pequeña sonrisa se dibujó en
s que haga?"
teza calculada. "No puedes hacer nada. Si te enfrentas a Brenda, El Patrón se enojará
a ese trozo de humanidad que vio
," dijo Mateo. "Brenda
a habitación de Brenda. Gritos, cosas rompi
afas de sol enormes que no ocultaban la hinchazón
osición imposible. Lo había obligado a elegir entr
la primera pa
n un nuevo mural en uno de los patios i
," susurró. "La señora
, sin dejar de pintar. "Agradécele a
ado. Brenda le contó todo al Patrón. Dijo que Mateo la a
a. Pero una me
apoderó del r
culpa! ¡Él sol
lsa compasión. "Pero El Patrón no escucha. V
se asentara en la
tes, mientras El Patrón presumía su poder y su riquez
esa, temblando d
ijo, su voz a
n. El Patrón la
eres? Esto
Mateo nunca la amenazó. ¡Fui yo! ¡Yo la insulté! ¡Le dije que usted se iba a cansar de ella! ¡Por eso me p
en un silenc
a Brenda, y luego a Mateo, que estaba de pie
ncón, observaba la esce
ía era el movimiento
evantó. Caminó
tado mintien
amor, la sirvienta est
e Mateo contra la palabra de una amante celos
renda con tal fuerza q
dos guardias. "No la quie
, que seguía arrod
me interrumpe." Hizo un gesto a otro guardia.
en Sofía. La miró durante un lar
su rostro una máscara d
sentía un triun
a inocente y destruido a su riva
sta selva, ella también p