img Amor Después de la Tormenta  /  Capítulo 3 | 36.36%
Instalar App
Historia

Capítulo 3

Palabras:1178    |    Actualizado en: Hoy, a las 17:39

i cama. Alguien me había limpiado la sangre y me había puesto ropa limpia. Un

la ventana, pero la habitación

película dolorosa. Recordé cada sacrificio, cada humillación que soporté, cada ment

suficientemente leal, Damián finalmente vería mi valor. Me había convert

donado por él, mientras consolaba a la mujer por la

ante. Nunca me amó. Ni siqu

inalmente se ha dado cuenta de la escala monumental de su propia estupide

aje impecable y parecía fresco y descansado. Com

de voz casual. "El médico dijo que no es

lo lo miré con

que antes me habría hecho el corazón salta

esafortunado. Pero atacaste a Isabela.

vocó," dije,

replicó, descartando mis palabras al instante. "Pero olvidemos eso. Esta noche h

"No voy a ir a nin

traje, bajarás y sonreirás a mi lado como si nada hubiera pasado. Necesitamo

ería exhibirme, mostrar a todos qu

i me n

a centímetros del mío. Su ali

a morgue del hospital. Su entierro depende enteramente de mi buena v

ora, con el dolor de su muerte t

errotado una vez

a alguien para que t

ejándome con el sabor

entía como una mortaja. Un estilista había cubierto mis moretones con maquillaje y había pe

mián me tenía agarrado del brazo, su mano como un grillete. Sonreía a los invitados, acepta

de gente influyente. Llevaba un vestido rojo que acaparaba todas las miradas

n pequeñas turquesas, lo único de valor que ella poseía. Se la había regalado a mi madre,

ió cogerla

lmones. Era una profanación má

prestamistas peligrosos. Iban a matarlo. Yo, un simple estudiante que trabajaba a tiempo parcial en uno de sus primeros negoc

ue nunca lo olvidaría, que siempre me pr

irón

ones se convirtió en un zumbido ensordecedor. El calor, el perfume

nto bien,"

sin mirarme. "Es

aquearon. La fuerza me abandonó por comple

el salón. Todas las miradas

rostro una mezcla de ira y vergüenza.

n hacia Isabela, que lo miraba con

a, la tomó del brazo y guio a la multitud preocupada lejo

elo de mármol, una mancha embarazosa en su fiesta

de la pulsera de mi abuela en la mu

aciones de invitados, una que rara vez se usaba. Alguien simpleme

nsamiento fu

lí de la habitación. Tenía que recup

incipal, donde sabía que Isabela se estaría quedando.

partir con Damián. Y sobre la mesita de noche, junt

e invadió. Me acerqué sigilosament

la iba a

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY