ie en una ovación atronadora. Las lágrimas corrieron por mis mejillas mientras hacía la reverencia, pero esta vez eran lágrimas de alegría y gratitud. Los crítico
nes, un hombre se abrió paso entre la multitud. Era elegante,
a parisina. Lo que vi esta noche fue... extraordinario. No solo la ropa, sino la historia, la fu
do a tener. Intercambiamos tarjetas y prometimos reunirnos la semana siguiente. Mi
tes y la promesa de un futuro brillante. La sombra de Ricardo y Valeria se desvaneció h
bocetos en mi oficina, mi asistent
pero no quiso dar su nomb
, pero asentí.
corazón se detuvo por
ojos. El traje caro que llevaba le quedaba grande, como si fuera un dis
, su voz apen
pregunté, mi tono era frío y profesiona
escritorio. "Solo... solo necesitaba verte una ú
e perderlo"
Tuvo un derrame cerebral la semana pasada. Está postrada en cama, no puede hablar. Y Valeria... desapareció. Me sacó todo el din
us ojos llenos de un arrepentimient
hicimos, cada momento que pasamos construyendo esto. Y me doy cuenta de que tiré a
acción, de venganza. Pero no sentí nada de
tu soledad es una consecuencia de tus propias acciones. No puedes venir aquí
terminado. "Espero que encuentres la manera de v
o la vuelta y salió de mi oficina sin decir una palabra más. Lo vi alejarse por el pasillo, una fi
uspiro que no sabía que estaba conteniendo. El úl