El olor a ceniza y desesperación llenaba el aire. Mi cuerpo dolía, cada músculo protestaba,
. Era una opresión en el aire, una sensación que hacía que todos los desgraciados
feo corte en mi costado por el derrumbe. Rápidamente, tiré de la tela para cubrirlo. No le daría la satis
nte a mí. El silencio se alargó, tenso y pesado.
ó a levantar la cabeza. Sus ojos grises me escudriñaron,
satisfacción. "Veo que la lección de ayer te
ogrado doblegarme. La ironía era tan amarga que casi me
ió el estómago. "Pero era necesario para pulir tu carácter obstinado. Ahora, to
ía destruido mi único consuelo, me provocó una oleada de pánico puro. El recuerdo
ccionó antes
me to
fuera la plaga. Mi movimiento fue tan brusco y desesperado que perdí el equilibrio y caí
e Caelus fue reemplazada r
monios t
nte, tropezando con mis propios pies. No miré atrás. Corrí. Corrí tan rápido como mis pi
ía a salvo de él. Me acurruqué en el rincón más alejado, temblando i