mi bebé, un hijo que anhelaba con toda mi alma, todo por confiar ciegamente en las personas que me rodeaban. Esa tragedia me rompió, pero también despertó algo dentro de mí, una habilidad e
ernando. El sol de la mañana se filtraba por las cortinas de lino, y el aroma a café recién hecho llegaba desde la cocina. Estaba embarazada, y el beb
plano pero lleno de promesas. Esta vez sería dif
alera. Entró a la habitación con una sonrisa
o amaneció la futura mamá má
a mí, lleno de amor genuino, planes para la cuna, y la emoción por nuestr
lo normal, "anoche tuve un mal sueño. Soñé que alg
la preocupación reem
una pesadilla. Aquí nadie te
su protección no era suficiente.
o, oímos unos golpe
na? ¿Están d
la hija de dieciséis años de Fernando
iña," dijo Fern
é humeante. Llevaba un vestido de verano blanco que la hacía parecer un ángel.
"Mi abuela decía que es muy bueno para las náuseas del
iado. Pero mientras su boca decía palabras amables, s
dio mi tío Roberto te limpiará por dentro. Adiós al hereder
tí un escalofrío recorrer mi espalda. Era el mismo té
ereno. Miré la taza que me ofrecía, el líquido de un color ámba
able de tu parte," dije
gulloso de la relación que creía que su hija y yo teníamos. S
is labios, pero en el ú
ingiendo curiosidad, "tiene un aroma un po
a vaciló por una f
cuenta? No, imposi
sí. Cosas que mi abuela usaba," respondió
rvino, ajeno
o quiere cuidarte. N
miré directamente
a y cortante. "Y la ruda es una h
era genuino, no por mi acusación, sino porque la habían desc
o. "¿Ruda? ¿De qué hablas, Xi
u interior antes de que su rostro se transformara. Sus labios temblaron, sus
. La taza se hizo añicos, y el té se derramó sobre la alfombra cara. "¡
esconsoladamente, interpretando el papel de l
n fuerza, lanzándome
que has hecho! ¡E
a, yo llamé a una de la
e líquido. Y llama al doctor Ramírez. Dile que es una emerg
mi rostro y asintió sin hacer preguntas. Recogió un trozo de tela
abrazando a su
ulo, Ximena. Es
ando de una ira contenida. "Tu hija casi me envenena,
del peligro evidente, vi en su mente que una parte de él quería creerle a ella. Quería creer que yo estaba equivocada, para