vida. La puerta de metal rechinó al abrirse, un sonido que pensé que nunca dejaría de escuchar en mis
ue compramos juntos para celebrar el quinto aniversario de mi empresa.
Su abrazo se sintió vac
mi amor. Te e
todo era un terrible error, una pesadilla de la que despertaría con él a mi lado, diciéndome
ños, mis manos y cada gota de mi sudor. Y se había derrumbado por un supuesto fraude multimill
fía. Todo va a se
e había seguido sin mí. Miré mis manos, ásperas y con cicatric
ienzo, un viaje para nosotros dos, para olvidar el pasado. Yo solo a
n importante," se excusó Mateo rápidamente. "
lo. Diego siempre había
omo la casa de un extraño. Todo estaba pulcro,
greso. Por
en mi garganta. Me sentía agota
cha," dije, mi voz
re de la prisión, escuché a Mateo hablar por teléfono en el cuarto de
sospecha nada. Sigue siendo
El chorro de agua de r
continuó Mateo. "La empresa es tuya. Siempre de
. Mi h
que era por el bien de la familia, por tu bien. Ent
mano temblorosa y se hizo añicos en el suelo. El ruido fue es
ono aún en la mano. La sonrisa falsa se había desvanecido. En sus
," dijo, sin una pi
de susurrar. Las lágrimas se me
mada. Su mirada
ía más que tú. Tú solo tuviste suerte. Camila ti
pia hermana. Me habían saboteado, me habían metido en una celda p