arrando mi carne fue mi último sentimiento, co
, abrí l
abía coyotes, no había
ometido, Mateo, y mi hermana adoptiva, Elena, me engañaron cruelmente pa
ido! Regresé
vería a ser la Sofía ingenua que ellos manipular
, mi amor?" escuché la vo
, el que me heredó. Pero esta vez
rme! Esta vez, escrib