río del desierto se metía en mis huesos mientras la vida se me escapaba, y a lo lejos, la ris
pente, abr
, no había coyote
el olor a hierbas secas de mi abuela flotando en el aire. La
a increíble. Toqué mi cuerpo, mis brazos, mis pierna
da del pueblo. La fecha estaba marcada con un círculo rojo. Era el día de la fiesta de
oy
gr
ga, pero fue seguida inmediatamente por una furia fría y clar
falda y una blusa sencilla
tás despiert
recía música, ahora me sonaba fals
mis manos. Apreté el pequeño bulto que sentía bajo mi blusa,
ahora golpeando su
pecable traje de charro, sonriendo como si fuera el dueño del mundo. Su sonrisa era deslum
vida," dijo, inte
esq
" mi voz sonó más dur
o. "¿Qué pasa? Solo vine a verte. Y
ab
flaqueaba un poco. "Es sobre el amul
es
gunté, mirándolo f
laza. Ella está muy nerviosa, y pensé... pensé que si le prestaba
fue como echarle sal a una herida que apenas empezaba a cerrar. En
vez
risa corta y
soy estúpi
por completo. "¿De
quieres para ella, para que gane fama, para que tú te
o normalmente seguro ahora era
confiada? ¡Solo intento ayudar a E
respondí con frialdad. "Y
ecuperar el control. "Vamos, Sofía, no seas egoísta. Solo ser
a tocar mi cuello. Retrocedí un paso
antes de morir. Dijo que solo aparecería pa
"¿Cómo que lo escondió? ¡Tú me
e hombros. "O tal vez no entendí bien sus úl
verdad. La duda se instaló en sus ojos. Él sabía lo apegada que era y
a no era dulce, sino autoritario. "
vuelta para volver a mi cuarto. "Tendr
io. Me recargué en la madera, y por primera vez en mucho tiempo, sentí que