n poco distante con la gente del pueblo. Creía que mi arte me ponía por encima de ellos
nda y compré unas bolsas de dulces y chocolates. Fui a la casa del señor Rodríguez, el enc
s días," lo saludé co
sa. No estaba acostum
s días. ¿Qué
e traerle un cafecito y un pan para usted
serio, se quedó desconcertad
ias, mija. No te
. Sé que pronto sale una brigada de trabajo hacia el pue
s. "¿Tú? ¿A la cosecha? P
n Rodríguez. Y necesito trabajar. Ad
ntamente. "Está bien. Es un trabajo duro, pero
dríguez. Se lo a
Hice lo mismo con otras dos familias influyentes del pueblo, dejando pequeños regalos y mostrándome hu
frijoles, apareció Mateo. Su expres
ijo, sin mirarme a los ojos. "
ecidí seguirles el juego. Necesi
bien,"
ompletamente dominada por su hijo, intentaba mantener una conversaci
corazón dio un vuelco. Era p
el pe
l olor. Y Elena lo sabía perfectamente. En
licia mientras ponía
fía," dijo con una dulzura emp
iciera una escena, que me quejara, que demostrara ser
eante. El olor me revolvía el estómago, pero el amuleto
, con una sonrisa sere
Mastiqué lentamente, obligándome a tragar. Sabía hor
confundidos. Su pequeña
tó la madre de Mateo, genuinamente preocupa
gra," intervino Elena rápidamente. "So
do otro bocado. "
sintiendo la tensió
go se dirigió a Elena. "Y tú, mija, la próxima vez pregun
ofendida. "Yo solo
a, pero ver sus caras de frustración era el mejor condimento. Era como ver una obra de teatro, y por primera vez, yo no