ron la pierna fracturada y trataron mis contusiones. Cada vez que una enfermera entraba, yo espera
de la tormenta no hubiera quedado nada, ni siquier
a que sentía que se me habían secado las lágrimas para siem
la ciudad cuando mi teléfono, que había puesto
qué. Quizás por una
la casa de la playa? Sofía quiere ir este fin
tente. Como si yo no estuviera en una cama de hospital, con el cuerpo y el
cuchando su respiración
a pregunta. Muévete y búscala. O dile a
cer, de apaciguar, de evitar el conflicto,
e, mi voz apen
Tú te encargabas de esa
el hospital
la voz de Sofía de fond
que no le hayas dicho nada a mi abuelo sobre el divorcio. Si
. ¿Qué más podía hacerme?
je con una indiferencia qu
el te
do me atreví a cuestionarle por qué había llegado a las c
ción fu
obligó a arrodillarme en la terraza de p
es tu lugar" , me dijo, antes de cerrar l
sobre la piedra caliente, hasta que una de las sirv
inapropiado. Cuando los invitados se fueron, me agarró del brazo con una fuerza de
zarme en público, ¿entend
r a otra persona. A una mujer débil y asustada que ya no existía. Esa muje
edaba ya no tení
speto que nunca recibí, el miedo que me cons
símbolo de mi conexión con ese mun
apa
tación se sintió, por
ra mí, había terminado. Sol