niñera personal de Isabella, siempre fue su cómplice, ayudándola a tenderme trampas, haciéndome quedar mal delante de m
mano con un
errumpir cuando estoy hablando?
con de
hija adoptiva, ¿y ya te sie
rvientes que miraban
ebe recibir diez bofetadas. ¡Alguien,
a proteger a su niñera, int
! ¿Cómo puedes querer golpearla? Papá siempre nos ha dicho que debemo
sarcástica, sin
do mal de mí a sus espaldas? Isabella, no intentes sermonearme con esa actitud de her
güenza, y las lágrimas, esta vez quizás no ta
eres de
hijo del magnate inmobiliario. Lo vi abrirse paso, impecable en su traje a la
n espacio para Isabella. Se acercó a ella con una ternura que nunca m
es para la hija legítima del arquitecto Romero, así que es tuyo
saron en mí, llenos d
rrinches, ¿acaso cree que si toma el
era un
la hija legítima, entonce
te. Recorrió mi figura con la mirada a
matrimonial, y mi prometida es la hija legítima del arquitecto Rom
do que sus palabras s
ja legítima es falsa? Sofía, la próxima vez que quieras men
s de Isabella. Se recomp
a entiendo, no te molestes con ella. Después de todo, es mi hermana, inclu
oridad que no le c
salón principal para que reflexione! ¡Y no
para agarrarme, pero l
uién es su verdadera ama? ¿Acaso una hija
l frente, su rostro en
educarte. ¡Alguien, ayuden a la señorita Sofía
sirvientes que intentaban sujetarme. I
va a seguir haciendo este escándalo? ¿Acaso no hemos p
que me tenía agarrada del b
tuyas con tu ama en esta casa? ¿Crees que si
manos fuertes inmovil
Si sigue así, no tendré más remedio que llamar
con violencia, tiránd