risas, las promesas de lealtad eterna, el pacto de cuidarse las espaldas mutuamente. Ahora, la miraban como si fuera una extraña, un
uadalupe, poniéndose de pie y sacudiéndose el po
calvo y sudoroso, salió corriendo del edif
eñores, ¿qué sucede?
sta mujer me agredió y está defendiendo a esta ladrona! ¡D
nerviosismo. Era evidente de quién
tire de las instalaciones de inme
n ella," dijo Sofía, señaland
crees que eres para llevarte a nadie? Lárg
ostro a centímetros del de ella,
la heredera de una fortuna. Y esta," dijo, empujando a la verdadera Isabella, "no es más que Elena, la
la mentira, fue demasiado. L
adalupe. La bofetada fue tan fuerte, tan sonora, que todos se quedaron en silencio. Guadalup
Camila, corri
a dos guardias de seguridad de la escuela que
agilidad que los dejó desconcertados. Esquivó un agarre y se colocó
ncima!" advirtió, su voz resonando c
a Javier y a Miguel, y la verdad s
s son suficientes para borrar una vida de
miraron, c
estás hablando?
e no había pronunciado en voz alta
a. Sofía
de la mujer que conocieron. Su cara era diferente, las cicatrices de la cirugía plástica de la misión estaban ocultas b
ccionar. Una risa incrédula y
muerta. Murió en una misión hace año
otegerlos," replicó Sofía. "Una menti
desde el suelo. "¡Está loca! ¡Quiere
ido de nuevo, la breve duda borrad
ere sacar provecho." Se dirigió a los guardias con una voz gélida. "
avanzaron hacia Sofía con determinación. Ella apretó los puños, lista