nunca sucedió. Él la desvió con más promesas vacías y la esco
interrumpida por una llam
r esto. Enciende el no
sala de una casa que Sofía reconoció al instante. Era la casa de campo que R
collar cualquiera. Era un diseño único que la propia Sofía había creado para Ricardo, una pieza c
el aire de los pulmones. Era una profanación, un mensaje c
ojos. "Esta mujer, Sofía Morales, lo sedujo, lo manipuló. Miren" , levantó unos papeles, "aquí están l
registros eran reales, pero eran fondos que Ricardo había invertido en
amiliar entró en el plano de la cámara, sent
e había enseñado todo lo que sabía del negocio. La que había
ba. Siempre hablaba de cuánto dinero tenía Ricardo, de cómo asegurarse un futuro de lujo.
considerado casi una hermana pequeña, ahora estaba sentad
en un solo grito. Agarró el objeto más cercano, un jarrón de cristal
par. Terminó, sin saber cómo, frente a la casa de campo. La
lió del coche y se dirigió a la p
hí, cobarde! ¡Sal y
etrás de ella, Carolina la miraba con desprecio. Los reporteros se ar
u voz temblando de falsa angustia. "Es una mujer desqui
Los gritos de los repo
rdad que solo qu
acas a la esp
s que se habían reunido, los comentarios en la t
te se vol
cacharon y ahora
qué valiente al
ue se deleitaba con su dolor. Miró a Elena, que ahora se aferraba al marc
iró a C
vaneciéndose en una profunda y amarga heri
e hombros, su expresi
s, Sofía. Elena me ofreció un
ad de su soledad. En este mundo de poder y ambición, la lealtad era una moneda de ca