mbre de su hija como un arma. "¿Quieres que crezca en un hogar roto? ¿Quie
una oleada
ando decidiste vivir una doble
años, dormía plácidamente en su habitación, ajena al terremoto que ha
aferró a es
. Una semana para empezar a a
sí. Se fue esa noche, dejándola en un si
tillo era una maestra de la manipulación mediática. Creó un blog, "La Verdad de una Esposa", donde publicaba fotos de su vida con Ricardo, de su hijo
lanco de un odio anónimo y brutal. Su perfil de Instagram se llenó de insultos: "zorra", "roba m
jó un café helado, gritándole "¡Desvergonzada!" . Sofía regresó a casa temblando, empapada y
icardo, d
¡Está empeorando! ¡Están acos
. Estoy trabajando en
do! ¡Dime la verdad! ¡Divórcia
o... toda
itó ella. "¿Por
cio que lo decía todo. Él estaba eligi
" , dijo él fina
Miró el teléfono, tentada a llamar a sus padres, a sus amigos, pero la vergüenza la para
preescolar. La niña corrió hacia ella, pero no con su habitual alegría. S
reguntó Sofía, agachándos
llozó contr
e mi mami es una bruja mal
. El hijo de Elena. El otro hijo de Ricardo
a nueva y dura. La tristeza se evaporó, reemplazada por una furia helad
ciudad. Juntos, redactaron una demanda de divorcio y u
de Vargas Corp. La recepcionista, que siempre la había saludado c
una reunión muy importante
r" , dijo Sofía
del lujo corporativo. Pasaron horas. Los empleados pasaban, susurrand
y Ricardo salió, hablando por teléfono. Se det
es aquí? Te dije
antó y cami
el tiempo
fragmentos de la conversació
nsa en el niño... ¡No me importa lo que
frase captó to
er con mi hermano. Dé
único. O al menos, eso era l
aba de caer sobre el tablero, y Sofía supo, con una certeza escalofriante, q