ctura, siempre metido en sus maquetas y sus libros, un tipo serio y trabajador. Ella era la estrella del campus, estudiaba comun
a, por ganarse un lugar a su lado. La invitaba a salir, le llevaba café a la biblioteca, la ayudaba con trabajos que a ella le daban pereza.
y tormentosa. Cuando Javier la dejaba, Sofía buscaba a Ricardo. Él era su refugio, su paño de lágrimas. Ricardo, e
en una revista, pero nada la satisfacía. Ricardo la animaba, le decía que se tomara su tiempo, que él se encargaría de todo. Y así fue. Él pagaba las cuentas, el coche de lujo que ella que
Ricardo se entusiasmó. La idea de ser padre era su mayor anhelo. Se imaginaba enseñándole a su hijo
e él quien propuso la Fecundación In Vitro. Fue él quien buscó a los mejores especialistas. Y fue él quien trabajó horas extra, aceptando proyectos adicionales, para pagar los tra
e. Hablaban del futuro, hacían planes. Ricardo sacrificó un proyecto importante, una oportunidad de diseñar un complejo turístico en la Riviera Ma
un día, Javi
álida al verlo. Ricardo, tratando de ser un buen esposo, lo invitó a sentarse con ellos. Fue una cena incómoda. Javier hablaba de s
blecerse". Ricardo, cegado por la felicidad del embarazo, no quiso ver las señales de alarma. Creyó en su esposa. Creyó que su nue
s. Salía a "tomar un café con amigas" y volvía tarde, nerviosa. Ricardo le preguntaba, pero ell
Estaban en el sofá, viendo una película. Ricardo tenía la mano sobre el vientre de Sofía
udando a
escribiendo un mensaje. Ricardo sintió una punzada de decepción, pero la desechó. Estaba siendo par