o con el perfume caro de los invitados y el eco de las r
ía, había perfeccionado el arte de sonr
o mensajes en su celular, completamente ajeno a la tormenta q
rato con los inversionistas asiáticos", dijo él
ño acto de rebelión. Mis manos, quietas sobre mi regazo, no temblaban. Mi corazón, por p
car
l tanto esperaba. Levantó la vista del celular, frunciendo l
el div
ía escuchado. Luego, soltó una risa corta y seca, una risa qu
ado. Ha sido un día larguísim
a, Ricardo. Es
ica. Él, Ricardo, el exitoso empresario al que nadie le decía que no, estaba sie
amada, era la vibración insistente de mensajes. Pero entonces, una llama
, y contestó, poniendo el altavoz c
altavoces era joven, temb
a que Sofía se enterara así... ¿Está muy enoja
disculpa, sino una estaca más en el corazón de nuestro matrimonio. La mir
día masticar. Pude escuchar sus susurros apr
a nada. Yo lo arreglo. M
diera borrar lo que acabábamos de escuchar. E
ía,
mi voz seguía siendo un témpano
a comprado se sentía más fría y vacía que nunc
Tengo alg
ó y dentro había un collar de diamantes, ostentoso, frío, si
ya sabes. Para que vea
Solo un vacío inmenso, la confirmación final de que el hombre
", dije, y se
, la discusión inevitable estall
¿Otra casa? Todo esto del divorcio es por Pal
raicionaste. Que ro
tenido. ¿Y Mateo? ¿Has pensado en nuestro hijo? Últimamente está muy raro, muy introverti
bía que su familia, especialmente su madre, llevaba tiem
teo", le advertí, mi calma
u carrera de arquitecta la dejaste tirada por ser mi
e detuve frente a él, lo miré directamente a los ojos, y dejé caer la bomba que había guard
He estado distraída. H
frutando de la conf
nas tuve un abo
ncia se desvaneció, reemplazada
'viaje de negocios' con ella. Así que sí, he estado u