r. Se movió lentamente al principio, y luego ganó velocidad, corriendo por la pista antes de elevarse
sonido del viento y el lejano retumbar de u
joven voluntaria. Sus ojos, llenos de lágrima
tu estúpido maquillaje! ¡Nos
con furia. "¡Tiene razón! ¡Una hora! ¡Te esperamos una hor
ntos antes defendía a Miguel y a su "primo", ahor
ficiencia reemplazada por una mueca
l, dile
rar su papel de líder compasivo. Se inte
No es culpa de Carlos
ó, su dedo temb
o hubiera confundido al piloto con sus ment
una salida, se
tado celosa de mí! ¡Intentó qu
y el pánico. Y por primera vez en mucho tiempo, sentí una
ortante. "No te favorezcas. Y tú, Miguel, cu
esperado. Sacó su prop
uperiores en el Ministerio de Salud! ¡Soy el jefe de es
ran escuchar su supuesta influencia. Después de unos tono
loto dice que te negaste a abordar! ¡Desafiaste una
congeló. "Señor, hu
ho! ¡El avión casi se estrella en la tormenta por esperarlos esos minutos extra! ¿Sabes el problema
L
ue el anterior. La última pizca de esperanza en los rostros de
Su rostro estaba pálido, sus manos temblaban. Su mundo de influenc
omento más, saboreando su pánico. Luego, ha
tros voluntarios, ignorando por completo a Mi
on hacia mí, llenos de un
e en camino. Debería estar aquí en unas dos
rmaron en miradas de gratitud. En ese momento, el liderazgo cambió de manos. Ya no er
o en sus ojos. Carlos, por su parte, rápidamente recompuso su actitud. Se
confianza renovada. "Todo saldrá bien. El pa
endían nada. El verdadero infierno p