vación, pero para mí, Sofía, solo aumentaba la an
inusual, su rostro contraído por la frustración mientras grita
mo, su responsabilidad, algui
e retumbaron en otra vida, y un escalofrío m
avión gubernamental, y Carlos, supuestamente su primo, pero en realidad su
acusaron de egoísta, y Miguel, con su falsa rectitud,
era
, y el avión partió, d
reocupación, dijo: "Ella tiene fiebre. Estuvo en
ntira cruel
da psicológicamente por un sistem
por una infección hospitalaria, con mi
cieron poco después, y Miguel, e
ieron felices sobre mis c
nfierno, con el mismo avión rugiendo y el
cerraron, y al mirar a Miguel, ya no vi
tranquila pero firm
rpadeó, s
o q
a espera
udí su
rimo. Es tu amante. Y no voy a arriesgar la vida de dieciocho personas por la vanidad de un
absoluto, roto s
ió, su máscara
nsé, no será
na ven