s rendijas de la bodega, iluminando
la puerta, sin
en el pequeño espacio. "No soy un objeto que se comp
pareció sacar
opción", respondió, aunque s
do el machete firme. "Y si no quieres salir la
roto empezaba a
de la "loca" que se creía nieta de Don Eladio y que ahora ame
an con curiosidad
tio, su rostro era una más
las manos, mi resistencia estaba cre
gordo y con una sonrisa grasienta
bló en voz baja, pero pude
te doy la mitad... me
azón s
como si yo fuera un animal de
iró con lascivia, re
", dijo, acercándose a la bodega.
l machete en mis mano
e grité, levan
fue má
voló por los aires y cayó con un ruido
uerza descomunal y me sacó a rast
, lo mordí, lo arañé, pero
grité, mientras me ar
a puesta se rasgó, dejando mi hombr
ue un golpe hela
e se convirtieron en ris
, sucia, despojad
rió, disfrutando
sucia hay algo bueno", dijo,
fecha, para ella, esto era una solución, se desh
rarme fuera del patio, la voz de mi primo Carlo
a! ¡Déjen
entre la multitud y ahora est
confusión, sino una cre
o?", le espetó el hombre gord
en mi ropa rasgada, en las marcas de los golpes en mi cara. "Y si es v
e esperanza se reav
u sentido de la justicia, por distorsi
vendieran a otro hombr
tallar de nuevo, pero esta vez, sentí