la Coca-Cola todavía en su lengua, mezclado con algo amargo y químico. Lo último qu
ue te dé energía para la fiesta.
a despejarse antes de los exámenes finales de la escuela de arte, donde Elena destacaba y Sofía, aunque lo ocu
curidad de la noche, sino una
techo de lámina. El aire olía a tierra húmeda, a leña quemada y a algo agrio,
s profundas como surcos en la tierra, la miraba desd
ncesita" , dijo la m
dio vueltas y un mareo nauseabundo la ob
? ¿Quién es us
una risa seca
Cobró su dinero y se la
abras. No tenía sentido. Sofía, su amiga del alm
ubo un accidente. ¿Dó
le revelara el secreto más simple del mundo: "Te vendió. Así de fácil. Mi hijo necesi
ba en su cráneo, absurda, monstruosa. Sofía no haría eso. No podía ser. Pero la crudeza de la
gnorando el mareo. La puerta era de madera vieja, con un pasador
me de aquí! ¡Esto
mas de impotencia y furia quemándole la cara. ¿Por qué? ¿Por qué Sofía le haría esto? La envidia. Recordó las miradas de Sofía cuando los
do. Un hombre joven, de mirada torpe y sonris
do" , dijo el hombre, mirando a
r. Se acercó a Elena y la agarró del cabel
que porque eres de ciudad aquí
cabelludo la hizo gritar. E
es pueden pagar lo que quieran, pero déje
nuevo, una risa que
a nadie. Por eso nos gustaste. Sin problemas. Ahora cállate y com
ras la llevaban a la fuerza hacia una pila de leña, algo llamó su atención. Un detalle en la construcción de la casa principal. El dint
o, pero esta vez no era de pánico. Era un golpe
negro. La casa de sus abuelos. La casa que su abuelo construyó con sus propi
a de las colinas a lo lejos, el tipo de piedra rojiza en los cimiento
Con una certeza que le
levado a un pu
de su familia. El lugar donde su abuelo, Don
ó, molesta por su
s, estúpida
ura como el acero, comenzaba a formarse en su pecho. La habían traicionado, ven
undo donde el nombre de su familia pesa
do por una resolución helada. Miró a la mujer y a su hijo simple, y por primera vez, no los v
fiesta estaba