e me había dado paz. Pero esa mañana, el aire se sentía pesado, viciado. Estaba limpiando el mostrador cuando el c
como en los viejos tiempos. Pero no. La puerta del copiloto se abrió y de ella baj
Luis un reloj. No era cualquier reloj. Era un modelo de lujo, de esos que ves en las revistas, con la carátula de
una sonrisa
. Eres la mejor
guiñó
ampeón. Sigue así
irando su nuevo juguete. Él sí me vio. Me sostuvo la mirada por un segundo, una chispa de arrogancia en sus ojos, an
se mezclaron, creando una sensación amarga en mi
tacones y se sirviera una copa de vino. Esperé a que se sent
e, mi voz sonando más ca
su teléfono, sin sorpre
incentivo. Luis ha esta
ofía. Un regalo que le diste en la ca
frente a ella. Ella n
o empieces con tus dram
orma en que se lo diste. La fo
na risa cort
hacho que podría ser mi hijo? No seas ridículo. Deberías e
e abría una grieta entre nosotros. E
a. Estoy dolido por ti. Por lo
los ojos y volvió a su
gastado. Dentro había un anillo de plata, simple, un poco torcido. Lo había comprado con mis primeros ahorros de
s brillaron, pero no por el valor del
quebrada por la emoción. "No importa cuánto crezcamos, esto," dijo, señalando el an
había olvidado esa promesa. Había cambiado nuestro
nte, fría y clara. Si ella no respetaba nuestros símbol
prano. Era el organizador de un evento de moda muy importan
ni conchas y los croissants de almendra son la e
s eventos de Sofía. Era un acuerdo que teníamos desde el pr
mentí, mi voz monótona. "Se quemó
l otro lado de la
ardo, este evento es cruci
s las cosas simplem
cinco minutos, mi celular personal sonaría
Me estás saboteando! ¡Arruinaste el
la cama, mirando el an
n el horno," re
o! ¿Por un estúpido reloj? ¿Vas a arries
El hombre que la amaba incondicionalmente estaba herido, y en s
on un significado que ella se negaba a entender. "Es por el respeto.
El silencio en la habitación era absolu