de cocodrilo en un instante. Era una actuación que yo ya había visto, per
ajé tanto en este diseño. Es solo una coincidencia
compasión de las otras chicas que nos rodea
do de la tienda de la señora Elvira, ese que yo compré la semana pasada y del que solo quedaba un retal? ¿Es una coincidencia que el
mentira pieza por pieza. Me acerqué a ella, mi mirada
etos mientras yo no estaba. Pensaste que nadie se daría cuenta, q
o, su rostro ahora una más
nventando todo esto po
la que vive a mi sombra, la que necesita robar para poder bri
del vestido, dispuesta a arrancárselo si era necesario. Isabella gritó
a! ¡Te vas a arr
entró, seguido de cerca por Javier, mi prometido. O, me
ajo en una mueca de desaprobación. Ignoránd
pasa? ¿Por qué siempre tienes que ser t
alabra que había usado en mi vida pasada para justificar su ab
l torrente de rabia fría que me invadi
llamarme caprichosa por
abella y yo, protegiéndola c
aya pasado, no tienes derecho a tratarla así. Eres mi prome
e sus palabras
matrimonio depende de tu reputación. Mi familia no se asociará con una mujer que arma escándalos por
a hecho ceder. Pero ya no. El Javier que yo veía no era el hombre que amaba, sino el traido
a sonrisa gélida form
amenazand