mi país de rojo, acepté mi destino: casarme co
nfancia, ahora el peor
le: un matrimonio
anco, solo el silencio pesado de un rancho rem
mó con brutalidad, una posesión que dejó
orcida de amor, que el niño que me regalab
mi sacrificio estaba funcionando, qu
a, mi ilusión
deró a diez mil sicarios en un devastador a
ntira, una treta para baja
n llamas, a mi padre desmembrado, a mi h
olvió hacia mí, sus ojos vacíos
voz era un su
ivaría mi corazón? ¿Que entregándote en
umbó: no había amor, solo
e mi estatus, de todo, confin
lo impidió, amenazando con
sin mi permiso! ¡Tu vida
en una sombra, un cuerpo que respir
unificación de poder, me exhib
, me acusó de fingir para llamar
n destello de pánico que
cruel: sabía de nuestro hijo y me había va
razada del nuevo herede
mostrando la ternura
ás su ropa, limpiarás sus aposentos, t
a tierra! Me qued
golpeó al ver mi sangre, amenazá
diste? ¿Sabes dónde enterré lo
en falso, Ximena, y juro que lo desenterraré con mis
eándome la cabeza hasta sangrar, has
con desprecio y
moscas zumbaban sobre mí, f
con el que ya llevaba
mi hermano, vomité una podredumb
erte tranquil
me "morir", en
a acelerado la muerte del Gu, el veneno qu
echo por él, Miguel
ó mi sacrificio, mi amo
ía ase
do, le suplicó al
to de redención tardía, Miguel
lo reflejaban un
e es Prisionera Número Siet
se de Sofía y llevando a cabo el entierr
onaba. Usé su crueldad hacia
nto fuera menos real?", preg
el aliento, pero mi vi
debilitaba, m
e desmoronaba, pero a
a mi lado, hablándome,
rdas el arroyo? Dijiste que co
todas las noches," respo
ansada,
mi amor. Yo
o de un imperio en llamas, Xi
a fría, el rey de un reino de cenizas, dest