l áspero algodón de su catre en la hacienda. El aire olía a sándalo y tabaco, e
Él, un adolescente, le enseñaba a montar a caballo y le contaba historias de estrellas. Esta misma habitación había sido su refugio,
y Miguel entró, seg
sosteniendo un cuenco con
retro
ué
co dice que estás débil. Quiero que estés fuert
eza, el sabor a sang
ola a abrir la boca, y le vertió el líquido por la garganta. Xi
ndose la mano en un pañuelo. "Tu padre
lla, su rostro a c
ruos. Tu padre ordenó la operación que mató a mi familia. Mis s
gudo en su vientre mientras los hombres de Miguel la arrastraban. Había estado embarazada de dos meses. El hijo de Migu
su voz un ven
ue nunca más pudieras concebir. Hice que el médico te vaciara. N
aún más profunda de lo que había imaginado. No solo le había quitado todo, sino que le había a
o, el dolor tan int
se abrió de nuevo y Sofía entró, r
cantarina. "El médico acaba de c
eemplazada por una sonrisa de pura alegría, la primera sonrisa genuina que Ximena le había visto en
iguel, su voz llena d
bía destruido, que le había arrebatado a su propio hijo, ahora celebra
imena, su felicidad haci
. "Y tú, Ximena, te encargarás de servirla. Serás su criada personal. Lavarás su ropa, limpiarás sus
ujer que ocupaba su lugar, que llev
Y a ella solo le quedaban do
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