mi boca. La camioneta de Lupita se detuvo a solo unos centímetros de mi cabeza, el motor todavía rugiendo como un
había renunciado a todo, bajó con una calma que me heló la sangre. No había pánico en su rostro, ni una
, mientras la conciencia se me iba
ajó Ricardo "El Rico" Sánchez. Mi rival en los jaripeos, el "compadre" de toda la vida
lex", dijo Ricardo, su voz llen
, y en sus ojos vi algo que nunca había
plana como una lápida. "Tres años cuidánd
la maldición que venía con mi habilidad. Un tormento que me carcomía cada vez que usaba mi don para ayudar a otros, especialme
controlar el espa
, una carcajad
an estúpido. ¿De verdad creíste que una mujer como Lu
, una mueca t
Te dije que era demasiad
ltado el ruedo. La gente corría, gritaba. Lupita se había quedado paralizada, justo en la trayectoria de la bestia. Sin pensarlo, espoleé a mi caballo, "Relámp
creí
d empezando a formarse en mi cabeza
cidente, Alex. Todo fue planeado. Necesitábamos qu
pregunté,
ra demasiado cerca de la mía. Su alie
a el mejor. No es solo talento, ¿verdad, Alex? Es un 'sistema', un poder que
un perro fiel, cuidándola, amándola. Todo había sido un plan meticulosamente orquestado por ella y Ricardo, su
rdo, poniéndose de pie. "Y Lupita est
ita, con una chispa de locura en los ojos.
ahogaba el dolor físico. Mi amor, mi amistad, mi
mi abuelo me había heredado. Vi las luces encendidas
ora se apoderó de mí. El "castigo del don". El dolor que me consumía. Ellos quer
voz sonando extrañamente
uía en mis venas. Y con toda la fuerza de mi voluntad, des
Aunque fuera lo
n segundo, y luego sonrieron con codicia. No t