un poco más, y la tos de mi he
a de esa colina, en la casa de los Vargas, un n
a novena joven condenada a desaparecer tras entrar por
mirar atrás, pero yo sé la verdad: lo hizo por nosotros,
nero sucio llegó a cambio, un dinero que se sentía
oge de hombros y me dice que mi hermana debe estar dis
silenciada, y su recuerdo me quema por dentro; esta
na no pudo volver, yo iré a sacarla de la tumb
fuera, que prefería morir antes que perderme a mí tam
r por un instante, ¿y si ella sabía más? ¿Y si esa casa
cerrada, me dirigí al auto negro que me esperaba, sintien
peración encontraré la fuerza para desenterrar los