o y falso. No había dormido nada, se había quedado en un sofá de la sala, envuelta en una manta, sintiendo cómo el frío de la traición se
mi amor. ¿Do
partó inst
ompuso su máscara de encanto. Se sentó f
ersión en el sur, y encontré un lugar increíble en la costa de Oaxaca. Imagínalo, Sofía, un complejo turístico de
ucción de su herencia como si fuera un regalo, un sueño profesional. La miraba a los ojos
os de una aparente sinceridad. Le había dicho que ella no solo era el amor de su vida, sino su centro, su ancla. "Contigo, siento que puedo conquistar el mundo", le había dicho. Y ella, tonta, le creyó. Recordó las noches en que se quedaban despiertos hast
ortunidad de nuestras vidas", conc
se extendía bajo ellos. Todo eso había sido construido sobre la base de su talento, su confianza y, ahora entendía, su ingenuidad. El futuro que había imaginado, una vida llena de amor, una familia, proyectos compartidos, se había desvaneci
ntos, una señora mayor, discreta y de ojos amables. Llevaba una bandeja con café. Vio a S
iente bien? ¿Le prepar
lsamo en la herida abierta de Sofía. Era un recordatorio de que todavía
oy bien", mintió Sof
que ir a la oficina". Se inclinó para besarla, pero Sofía volvi
con el aroma del café flotando en el aire. El
recuerde que usted es una mujer f
a chispa de algo más comenzó a arder en su interior, algo parecido a la rabia. Sabía que Ricardo no se detendría. Sabía que él iría tras las tierras de su familia con o sin su