nte me despertó, pero no
estuviera reorganizando, y entonces lo vi: núm
redo, tenía un 85
mbre de Camila, mi prometida p
la voz histérica, diciendo que sus "padres adoptivos"
empre, pero al llegar a su
iz (la 'abuela' enferma) lo sufici
apasionado entre Camila y
fui el tonto, el cajero a
a, de mi amor, de m
sumió, borrando
más Ricardo
mi nueva prometida, y ell
sa iba a ser espectacular,