comprender la negativa de Amelia. ¿Cómo era posible rechazar una oportunidad tan necesari
a mirada su fachada de cristal. De repente, el sonido agudo de su teléfono
a? ¿Qu
. Se han llevado a tu tía. Está e
or qué ta
Te llamé en cuanto me ent
a imagen de su tía, una mujer de más de cincuenta años que la hab
o, ya que para ella había sido como una madre. La impotencia la invadió y una lágrima
pió de nuevo en la empresa y se dirigió a la oficina
, no pued
e Noah y temía las consec
pe. Noah, que estaba absorto en la firma de documentos, levantó la vista sorprendido al verla. Por un in
-balbuce
írese! -le dijo
, s
Es urgente... -mus
ha p
estar sus
a de frialdad. Mientras tanto, Amelia, abrumada por la situación, se sumió en su sufrimiento, con la mirada fija en el sue
lo suplico, a
on firmeza, al
ó la soberbi
to su ayuda. Si quiere,
poco ante su
No hace falta
brazo y la guía
explícame, ¿qué f
evaron hace rat
¿Cómo
stá ahí y necesito sacar
nos min
n número en
ecesito un fav
Qué clase
menil de Laredo. Su nombre es... -mira a Amelia, q
... -advierte el gober
xplicaciones. Solo nece
h. Daré la orde
la liberen sin dem
á. ¿Necesit
todo. Gracia
Amelia, Noah toma su tel
o que te encarg
me, s
al reclusorio femenino y traigan a la señora Lucero Gu
. Me pongo en mar
a Amelia con un
o que el dinero
uda, incapaz de a
eco de triunfo que subrayaba la ironía de la situación. Ameli
r que su vientre gestase los embriones de Noah. De un momento a otro, el destino la había transformado en
que la escrutaba con una intensidad palpable. Registró sus gestos y notó un pequeño
ta y vulnerable. No sabía que, en ese preciso instante, su realidad estaba a punto de camb
los milag
lió de la cárcel por arte de magia -r
nte la respuesta cortante de Amelia, no pudo evi
er hacen magia, Ame
tud anterior, dejaron en el aire una sensación de amarga verdad. En ese
diaba una presencia magnética. Sus ojos color miel brillaban con una intensidad cautivado
Amaloa? ¿Quién t
o que anunciarme para entrar? ¿Y tú quién er
aloa. No estoy pa
no digas quién es la joven -dic
Nosotros nos vamos. Ven conmigo
e dirige a la puerta. Amaloa se q
eli
ombre, sorprendida
k como un tornado, con el rostro enr
despacho. Sin mediar palabra, se plantó frente al escritorio de Jack, con la
es Amelia? ¿Qué signif
a vista serena
e. No tengo ni
ro que sabes algo. No
ro que no