mano flácida y susurrándole historias de su niñez, con la esperanza de que su voz pudiera atravesar el velo de la inconsciencia. Cada vez
n de compasión perfectamente ensayada, pero en cuanto se iban l
sopa insípida en la cafetería del h
Pareces un mendigo. ¿Así es como el nieto
ista, demasiado can
en paz
re lo has sido. Viviste de tu abuela y ahora vives de mí. Sin mí, no
equeño e insignificante. Y por un momento, casi lo lograron. Javier se
un influyente abogado. Se reunieron en un café discreto. Javier le con
intiendo con la cabeza. Cuando J
alista. Sofía es una de las mujeres más poderosas de la ciudad
dad, Ricardo. ¡
s recursos para hacer que este problema desaparezca. Mi consejo
uso los amigos de toda la vida le daban la espalda, intimi
reció en el hospital, y no venía sola. A su lado caminaba Rodrigo,
mostrar nuestro apoyo", dijo Sofía con u
e acercó
epentimiento. "Pero como dice Sofía, los accidentes pasan. Lo importante es que yo es
allí, pavoneándose después de casi matar a su
dijo Javier en vo
ta ser amable. Deberías aprender un poco de él. Quizás si tuv
tegido, un equipo unido por la ambición y la falta
le quedaba. Se sentó en la cama, con la cabeza entre las manos, sintiendo que el peso del mundo lo apla
con el sello de un bufete de abogados que no reconocía. Lo había ignorado, demasia
bía encontrado en el estudio de su abuela. La carta era del registro de la propie
la fórmula de esmalte cerámico 'Azul Cobalto Lunar', la titularidad de dicha patente ha sido transferida a su nombre, e
eal. No era solo un papel viejo; era un do
ño. La desesperación comenzó a retroceder, reemplazada por una nueva sensación: la determinación. Sofía y Rodrigo lo habían acorralado, lo habían