reflejaba la tormenta en su interior, las lágrimas que no había derramado en la fie
res, su visión se volvió borrosa en los bordes, y un sudor frío le empapó la f
ces y luego se silenció, dejándola varada en medio de una c
miedo primordial y visceral, es
ono, solo había un número que podía
jan
tres veces, finalmente, é
eres ahor
un hilo débil. "Mi coche se paró... no me sien
la voz de Mariana de fond
stante. "Mariana no se siente bien, el médico dijo que necesita repo
pudiera supli
do en su vida, la última puerta se había cerrado, la última pizca de conexió
sesperación era un pozo negro que amenazaba con tragarla, la lluvia golpeaba
e acercándose por el espejo retrovisor, un
azón, ¿quién podría ser a
caminó hacia su ventanilla y golpeó suavemente el cristal, Sofía leva
do Mo
fama de ser despiadado y frío en el mundo empresa
o el mareo volvía con fu
ardo era grave y tranquila, sorprendentement
se detuvo",
os inteligentes evaluando su rostro pálido y sus mano
do aceptar ayuda del enemigo de su ex-marido, pero en ese mome
e sus hombros, protegiéndola de la lluvia, la guió hasta su propio vehí
curidad que había estado acechando en los bordes de su visión fi
mano sobre la suya y una voz tranquila qu
ás cómoda en la que había dormido nunca, en una habitación bañada por una luz suave y cálida,
pero lujosa, con paredes de tonos neutros, muebles de madera oscura y una enorm
gésico en la mesita de noche, j
Llamé a un médico, ll
el hombre que se suponía que era