tra separación se filtró, y los tabloides se dieron un festín. "El c
a en su restaurante más famoso, "para aclarar las cosas". Sofía i
cegaron. Adentro, el ambiente era tenso. Mateo estaba
taba, una figura ap
Carla. L
jo. Avanzó directamente hacia nuestra mesa, con los ojo
nuestro lado. "No puedes hacernos
irada era una mezcla d
á quitando todo. Él me am
ara pintarme como la villana, la rompehogares.
avor, no haga
ervando su actuación. Vi la forma en que s
adie en particular. "Por favor, escolten a esta mujer y
a. Los guardias del restaura
me iré! ¡Tengo derecho a estar a
teo explotó. Pero no c
o contorsionado por la ira. Me agarró del brazo, sus
fue mayor. Estaba defendiéndola a ell
ame, M
ulpes con ella!", gruñ
tante como un látigo re
la sueltes
fí
staba de pie junto a nosotros, su teléfono en alto, gr
de encima a mi he
cámara de su teléfono, cambiaron todo el juego. Ella no era solo mi
a Mateo, pero se dirigió a Carla, que
eatro. Ese moretón falso en tu brazo se está corriendo. U
n en la mancha oscura y ligeramente borrosa en su piel, que claramente no era un hematom
inuó Sofía, implacable. "Una pobre mujer mal
a y humillada,
¡Rica, famosa, casada con un hombre que te
dio en
ía. Un destello de dolor puro en sus ojos, tan rápi
a Carla. "¡No tienes derec
a, la imagen de la perfección, mientras
vuelta en su lugar. Pero yo lo había visto. Había vi
enó Sofía a los guardias con una a
uavemente por los brazos y la escoltaron hacia l
teléfono y se
preguntó, su v
is ojos estaba
n?", le pregun
a brillante, la sonri
ermanita. Nunca
por primera vez, me di cuenta de que tal vez, solo tal vez, su vida
apreté. Ella me devolvió el apr
éramos la influencer perfecta y la hermana pequeña. Éramos dos mujeres en la misma trinchera,