levó a los brazos de innumerables damas de la corte y concubinas. Era un hombre que se aburría fácilmente, siempre en busca de una nueva cara,
nce se reavivaría. Pero no podía depender solo de eso. Necesitaba más caos, m
aire de importancia, vino a mi pabellón a servirme el té de la mañana. Era una form
jo, colocando la taza en la me
. El servicio del príncipe p
da. "El príncipe es m
ro recuerda, Elena, el favor de un príncipe es volátil. Es hermoso y poderoso
a por mi consejo. "Altez
s indispensable. El príncipe valora la variedad. Una mujer que le presenta nuevas bellezas, en lugar de tratar de
n por consolidar su poder, no dudaría en traer a otras mujeres para complacer a A
o con comprensión. "Entiendo, A
no. "Para tus... gastos. Considera esto una in
sonreí. El peón h
tegida, una cortesana de lujo llamada Laura, famosa por su ingenio y su belleza exótica. Sabía por mi vida pasada que L
ón de Alejandro, cada una usando sus propias artimañas. Pronto, Elena, para no quedarse atr
, y los chismes volaban por todo el palacio. Alejandro, encantado con tanta atención y variedad, estaba completamen
calma. Pasaba mis días leyendo, bordando ropita para mi bebé y cuidando mi salud. A veces, el sonid
s se debilitaban mutuamente. Todo iba según el plan. Estaba segura, estaba a salvo, y mi hijo crecía pr