del sol de la tarde se filtraba por las cortinas de seda pesada, pintando el cuarto con rayas doradas. Mi mano fue instintivamen
e escapó de mis labi
caliente manchando mi vestido de seda. Y sobre mí, la figura de mi hermana, Valentina, con sus hermosos ojos llenos de una satisfac
lentina, su voz era seda y veneno, "pero A
nonato. Y luego, me habían dejado
n martilleando contra mis costillas. Mi
que debía descansar. ¡Aca
not
ientre. La noticia. El día que el médico confirmó mi
enac
al princip
gría, sino de una furia fría y cortante. Tenía una segunda oportuni
te calmada, "prepara mi mejor vestido
entino cambio de humor, pero asint
a este matrimonio por un plebeyo para luego arrepentirse y arrebatármelo todo. Alejandro, mi ambicioso esposo que me usó como un escalón y me descartó cuando ya no le servía. Mi madre
os. Todos
guapo y arrogante, estaba iluminado con una sonrisa radiante. Era una actuaci
tremecí por dentro, pero forcé una sonrisa tímida en mi rostro
y tan feliz, Alejandro. Es
. Organizaré una audiencia con m
z suave pero firme. Él
¡Esto asegura nuest
ue... antes de decírselo a todo el mundo, me gustaría compartir
de Alejandro. Lo conocía tan bien. Valentina siempre había sido su de
. Para celebrar", continué, mi voz temblaba ligeramente, como si
entina de nuevo era tentadora para él, podía verlo en su ro
sonrisa volviéndose genuina por primera
o soporté su contacto, mi co
zado. Y esta vez, yo