fuerte; Ricardo, el heredero de Ciudad Esmeralda, me trataba como un o
uestada por él, exigiendo que limpiara de rodillas, justo cuando vi a Diego, el
urió; mi madre en la cárcel por un crimen ajeno, mi padre en la
n dejar rastro justo cuando mi mundo se derrumbaba, atre
ntras yo le mostraba la cruda verdad de mi familia y la red de corrupción que nos ataba; me ofreció una alianza, un plan arriesgado para usar a Ricardo cont