suntuosa finca de los Ramírez. Su esposa, Lina, y su hija, Luciana, solo tenía
lló públicamente, presentándose con Máximo como la familia perfecta. Pero el golpe mortal l
uperó todo límite: a su regreso, descubrió que Máximo, con la aprobación de Lina y el aplauso de Lucia
hija que protegió, pisotear con tanta saña la memoria de su madre
terminado. Mirándola a los ojos, Iván pronunció las palabras que cambiarían su de