i a Máximo junto a mi carrito, que todavía estaba lleno de cajas con cosas para la
verme entrar. Todas las c
jillas arder
ámonos a casa. Podemos
quiero hablar! ¡Qu
Robles del 3B, de los chicos de la familia Garza,
rito de compr
zador de biberones, todo se desparramó por el suelo de concreto. U
lizada, sin p
abia, y me arrojó los papeles al cuerpo. Las hojas se e
a peso! ¿O creíste que podías roba
un zumbido en mis oídos. La humillación era
... por
zón. Me dijo que últimamente gastabas demasiado, que quizás debería r
lv
miga" . La que siempre estaba ahí para "apoyarme" , la que me contaba lo difícil
do cobró un se