últimos meses me inun
excusa de traer documentos de la oficina, s
escompuesto" de nuevo. "Pobrecita, Luciana, está tan sola, no tiene
a hora. Dos días después, lo encontré comprando una caja entera de mangos importados, los más caros. Cuando
cuarto del bebé, diciendo que era un gasto innecesario. Pero no dudó en pagarle a un
al unirlas, la imagen era clara y devastadora. No era
que les abrió la puerta
mis dolorosos pensamientos, sen