a, un nuevo olor se mezclaba en el aire, el de la esperanza. Sostenía el resultado del análisis de sangre
y poder. Pero todo se enfrió hace tres años. Un paseo a caballo, su imprudencia, una caída. Perdí a nuestro primer bebé y con él, una p
una promesa que le hizo a su padre en su lecho de muerte, un
bebé de marcas de lujo, una cuna carísima, un cochecito de diseño. Mi corazón, ingenuo, se llenó de una
a finca, con los viñedos extendiéndose bajo un cielo estrellado. La mesa estaba
con el olor de otra ciudad en
ngo algo qu
straído, miran
ena de una emoción que ahora me parece ridí
da de un frío entendimiento. Dejó el teléfono sobre la mesa. Su ex
lo desc
plana, si
té, la confusión empezan
y a ser
s. Mi mundo se detuvo. El aire se volvió
adres," dije, mostrándole
rio, una risa co
Yo voy a ser
estás h
mujer. Se llama Sasha. Y sí, tod
los viñedos, la cena perfecta, todo
e lo único que
una crueldad que nunca an
después del accidente, demostraste ser incapa
que una vez sentí se convirtió en cenizas en mi boca. En ese momento, bajo el
-