a pérdida inaceptable, un dolor que casi me consume
opresivo de mi habitación con una noticia imposibl
yo, y lo que es peor, ella esperaba un hijo suyo, mi promet
ña, sus ojos una vez llenos de amor ahora vacíos de todo reconoc
tragué mi identidad, mis planes y el futuro que habíamos soñado, asumiendo
corazón, ya enfermo y roto, comprendió que mi única sali
e días, porque sabía que mi muerte sería
alizador que finalmente le revelara la devastadora verdad, o estaba condenada