espondí, mi
asa. Olía a cerr
viejo piano. "Las noches que pasábamos aquí. Tú
No lo recuerdo. Tú tocabas para
sa se de
ón favorita de Máximo. Él se sentó a su lado, y sus dedos se unieron a los de ella sobr
mirando. Eran ellos dos. Siempre habían sido ellos dos. Yo
n besando. Un beso profundo, lleno de una historia que no era
as frías, sin rumbo. Mis lágrimas se mezclaban con la lluvia, invisible