ier Reyes. Nuestra vida en Sevilla era el c
llar, idéntico al de Sofía Moreno, su bailaora estrella. Una n
gro: estaba embarazada. Pero en un cruel accidente, él la s
eatro de engaños. La traición, la pérdida y su hipocresía pública
obsesionado, me encontró. Tras una confesión grabada, me secuestró. Cautiva, me obligó a ser la