ó, su mejilla toda
Podemos llamar a tus pad
pasado que no recordaba, me decía que desafiar a Javier ahora solo traer
o más firme de lo que me s
jilla. «Lo siento, Val.
Es culpa suya
a de otra persona. Una película muy mala. Mientras Valentina buscaba hielo para su cara, yo empecé
Era elegante, caro y completamente impersonal. Lo saqué. Junto a él, una caja de ter
ción. Eran solo
fraz. El maquillaje, una máscara. Cuando terminé, la muj
a la gala fue silencioso. El salón de baile era un mar de luces de araña
mó del brazo, su agarre de nuevo posesivo.
mis ojos. Él me guio a través de la multitud, asintiendo a socios com
ndose el vientre. Javier me soltó sin una palabra y se dirigió directamente hacia ella. La b
Sofía, su
l la trata como
stá embarazada. Quizá
vaso de agua. Observé la escena desde la distancia. Javier y Isabella eran el sol, y todo
noche era un collar de diamantes y zafiros llamado "El Cor
», gritó un
!», respondió
voz de Javier
o mil
ncio. Nadie se atrevi
tero por cinco millones de eu
ectamente hacia Isabella. La multitud se apartó para dejarle paso. Se arrodilló, le puso e
la familia de Javier, sonrió. «¡Un hermo
lo sin dudarlo. Javier la miró con una ador
año de señoras. Necesitaba un re