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Historia
Durmiendo con el enemigo

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Capítulo 1 El juego comienza

Palabras:1118    |    Actualizado en: 14/06/2025

ada tras el escritorio de caoba de su padre, ese trono de mando al que ningún alma osaba a

ar aquí -dijo Henry con tono fir

recostó en la silla, cruzando las piernas con estudiada arrogancia. El borde de su falda

jo con una sonrisa burlona, esa q

Nadie entra a su ofic

ó hacia él. Su camisa blanca apenas contenía la curva de su busto; las botas

les y se los estrelló su

critos con mi letra antes de que él los revise -susurró junto a

ita Va

oz melosa-, eres mi guarda

control emocional. Sus ojos azules se encontraron con los de ella, dorados como miel es

ue como reproche. Cuando ella se giró para marcharse, la sujetó por la muñeca-.

a carcajada amar

res? -Su tono era un latigazo, su cuerpo ahora apenas a centímetros del de Henry-. Te a

mirada, a

tegerla... inclu

lado, liberando su ma

s de la familia Salvatore -

docu

de su

rtieron en nuevos negocio

se detuv

e. Pensé que los vería en el sótano. Sup

o está i

en mi propia casa? -respondió con una sonrisa

desp

a su moral y su instinto mientras Vanessa se ajustaba un vestido blanco, ajustado y

mbiarse... y se fugó por la ventana del segundo piso para aparecer en una fiest

ella, ajustándose unos

pondió él

iró lentamente-. En ese ca

uitarse el vestido.

s... h

malicia. Dio un par

en ojo. Esta noche co

ldas parpadeó

rá Damian Salvatore. Mi padre quiere fusionar negocio

iraron hacia ella. Su padre la recibió con una sonrisa fingida, to

s. Hay alguien que

il para los negocios... o para sus farsas. Le presento algunos políticos y figuras de a

comento mientras se alejaba atr

erdes esmeralda, cuerpo tallado con

ijo Vanessa c

hado much

batándole su copa de champagne y bebiendo un sorbo

ian

escuchado eso

acercó peli

os asegurarnos de que pron

una mano se po

girándose hacia

e con sorna-. Esta mujer y yo te

a condujo lejos. Henry l

grosero -

abrón. No sabes q

as a ofrecer mat

espera. 80-20, como te prom

rió, d

rta tan

Pero sí necesito una cosa: un hijo. Mi abuelo me dejará la here

uesta, la madre de Eric le hizo un

mente -dijo con sorna Damián-. Pensé que las

sarse sin hablar con la mujer es u

Vanessa? ¿Quieres lo

ero la divisi

de aut

30% de los ingresos de la f

ato de expansión de quini

sa so

un buen preci

se un paso más. Sus r

e juegas

ando qui

traron. El aire e

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