lo que ocurría; su cuerpo ya había sido atraído hacia el calor primitivo del suyo. Un brazo poderoso la ceñía contra el muro de músculos tenso
ole claro que estaba atrapada. Podía sentir la magnitud de su cuerpo, la firmeza implacable de sus brazos, el dominio sin palabras que ejercía sobre ella. Cad
aciones: cálida, firme, devastadoramente dulce. No era solo un beso, era una afirmación, una promesa, una advertencia. Nunca pensó que los la
a trémula, peligrosa, en los labios. Ell
nessa, sus labios descendieron por su barbilla y se deslizaro
aso tan
n decisión. Dio dos pasos atrás, y en ese pequeño movimient
apes, quiero algo de esos diez millones. Sería un acto
, se dijo a si mismo que tendría que averiguar
n si pretendes liderar la familia -replicó cruzando los brazos, lo que a
de su cabello detrás de la or
Y no podrías negarte. Te crees especial,
rdaespaldas, dio un paso al frente, con la mano
ó una mirada gélida que podr
a hacerlo -añadió, mirándolo directamente a los ojos-. Recuerda que estaremos juntos el res
su traje con c
iado- Damian se había dado cuenta de la forma posesiva en que Henry la mir
de confianza se quedan. Si no, tendremos muchos funerales. Espero que no estés muy apegado a tu séquito, porque
lástima y burla. Damian estaba fascinado. Nunca había conocido a una mujer que se bu
e-. Cada uno jugará su juego,
s asistentes del otro lado del salón, conscie
or su cintura. El roce de su piel desnuda bajo
-susurró, d
¿no? Si puedes tenerlo con
e echó
porque sus hermanos ya se hicieron cargo, por eso necesita un hijo, para
que nuestros hijo
n lo notó. Sospechó entonces algo que lo sacudió por
dejó. Solo cuando se relajó cont
jo si amara profund
as a
empre en mi vida -se acercó a su oído y añadió-: También
piel, grabado en su historia, lo enloquecía. El deseo de poseerla, de arrancar cualqu
enen un precio.
o miró co
tuviste para pensar que todo se puede comprar? No me intere
mian no se lo impidió. La observó intensamente, c
el precio d
y se alejó, dejándola paralizada, con la re
con su padre. Prepararía la boda. Y disfrutaría cada segundo del caos qu