ina sabía que el primer paso para reconstruirse era desaparecer. No solo físicamente, sino
a morir en el anonimato para que la nueva
esto, muy lejos del lujo al que estuvo acostumbrada los últimos años, pero por pri
o nombres, empresas, movimientos financieros. Sofía, siempre a su lado, le traía c
ntras le dejaba una taza humeante en la mesa-. Podríamos...
ró con una son
ave pero firme-. Leonard no solo destruyó nuestro matrimonio. Me robó años de vida, sueños... dignidad. Y
a su
a lo que quieres? ¿No sería mejo
hacia atrás, respirando hondo, y miró e
ue está por encima de todo y de todos. Y no tiene idea de lo v
laban con una nueva l
fue cortar todo
ales, cambió su número telefónico y elimin
de humo perfecta. La prensa, las revistas del corazón, e incluso los inversionistas
guía allí, en la misma
se convirtie
mercantil, fusiones y adquisiciones. Contrató discretamente a un consultor en estrategias empres
dijo un día su instructor-, no basta con conocer sus p
sintió sin
mejor. Quiero c
mbres de testaferros, identidades legales nuevas. Poco a poco, Catalina comenzó a adquirir pequeñas partic
ndo los contratos que sus abogados discretos le hacían lleg
s documentos con un b
s. Piensa que nadie tiene el poder de hacerle daño des
ta discreto, entrenadores físicos, asesores de imagen. No buscaba el glamour superficial de las esposas de la élite. B
el mapa, Sofía la observaba mientras Catalina en
mujer de hace un añ
gro ajustado, su cabello recogido de forma elegante y s
a-. Esa mujer quedó enterrada el día que Leonard firmó el di
mirándose nuev
. Y pe
discreto restaurante privado. El intermediario de un poderoso grupo inversor, inte
e en su teléfono, sus lab
an paso esta
u torre de cristal, ni siquiera imag